Época: GreciaClásicaII
Inicio: Año 425 A. C.
Fin: Año 350 D.C.

Antecedente:
La Guerra del Peloponeso



Comentario

En el inicio de la guerra, los atenienses cuentan con unos importantes efectivos en lo que se refiere a recursos marítimos. Han acumulado con el tiempo seis mil talentos procedentes de los tributos de la alianza, poseen trescientas trieres y abundantes thetes y metecos para dotar la flota, a la que se suman las naves de Samos, Quíos, Lesbos y, recientemente, Corcira. Los tres mil hoplitas eran menos que los peloponesios y, en principio, no se contaba como fuerza eficaz con los mil doscientos caballeros, que, en estos momentos, sólo se utilizaban para la defensa de los territorios más próximos a la ciudad y en misiones especiales. Los peloponesios cuentan fundamentalmente con un potente ejército de cuarenta mil hoplitas. Tucídides dice que su condición de campesinos les obligaba a evitar las acciones que los alejara excesivamente de su propio territorio. En el mar se mostraban muy inferiores, por todo lo cual confiaban en poder realizar una campaña rápida y definitiva que dejara a los atenienses incapacitados para seguir ampliando su dominio marítimo. Una guerra prolongada, que los mantuviera largo tiempo alejados de su territorio, podía ser fatal para el mantenimiento de sus propias estructuras internas, que requería atención constante en el plano económico y en el de la represión de los hilotas.
Los aliados de Esparta aportaban en total cien trieres, pero tenían graves dificultades para la reposición, pues Atenas controlaba los más importantes accesos a las zonas madereras. Más grave era incluso el problema del reclutamiento de remeros, que en Atenas se hacía entre los thetes, libres sin tierra de los que no había equivalentes en las ciudades donde la ciudadanía seguía determinada por la condición hoplítica. La utilización de esclavos no resultaba igualmente favorable, por eficacia y por seguridad.